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sábado, 14 de junio de 2008

"Cuando quiero algo me lo pido a mi misma"



Entrevista a la abuela Margarita *

( Ima Sanchez. Publicado en "La Contra", diario La Vanguardia*)

La Abuela Margarita, curandera y guardiana de la tradición maya, se crió con

su bisabuela, que era curandera y milagrera. Practica y conoce los círculos

de danza del sol, de la tierra, de la luna, y la búsqueda de visión.

Pertenece al consejo de ancianos indígenas y se dedica a sembrar salud y

conocimiento a cambio de la alegría que le produce hacerlo, porque para

sustentarse sigue cultivando la tierra. Cuando viaja en avión y las azafatas

le dan un nuevo vaso de plástico, ella se aferra al primero: "No joven, que

esto va a parar a la Madre Tierra". Rezuma sabiduría y poder, es algo que se

percibe con nitidez. Sus rituales, como gritarle a la tierra el nombre del

recién nacido para que reconozca y proteja su fruto, son explosiones de

energía que hace bien al que lo presencia; y cuando te mira a los ojos y te

dice que somos sagrados, algo profundo se agita.

Ella nos dice: "Tengo 71 años. Nací en el campo, en el estado de Jalisco

(México), y vivo en la montaña.. Soy viuda, tengo dos hijas y dos nietos de

mis hijas, pero tengo miles con los que he podido aprender el amor sin

apego. Nuestro origen es la Madre Tierra y el Padre Sol. He venido a la Fira

de la Terra para recordarles lo que hay dentro de cada uno."

*-¿Dónde vamos tras esta vida?*

-¡Uy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. Las muerte simplemente es

dejar el cuerpo físico, si quieres.

*-¿Cómo que si quieres??*

-Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta

los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa.

Aprendí mucho de ella.

*-Ya se la ve a usted sabia, abuela.

-El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos,

basta tomarlo. Los curanderos valoramos y queremos mucho los cuatro

elementos (fuego, agua, aire y tierra), los llamamos abuelos. La cuestión es

que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.

*-¿Con quién?

-Con el fuego. "Yo estoy en ti", me dijo. "Ya lo sé", respondí. "Cuando

decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?",

dijo. "¿Cómo lo hago?", pregunté.

*-Interesante conversación.*

-"Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-,

ocupamos el cien por cien dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar y

ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los

sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta

cargar con eso?".

*-¿Y para qué quieres el cuerpo?

-Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres

apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y de mi hija.

*-Hola..

-El muertito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de

90 años. Tres meses antes de morir decidió el día. "Si se me olvida -nos

dijo-, me lo recuerdan". Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso

ropa nueva y nos dijo: "Ahora me voy a descansar". Se tumbó en la cama y

murió. Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías?

*-Y usted, abuela, ¿cómo quiere morir?

-Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso. Se fue a la montaña:

"Al anochecer vengan a por mi cuerpo". Se le oyó cantar todo el día y cuando

fueron a buscarle, la tierra estaba llena de pisaditas. Así quiero yo

morirme, danzando y cantando. ¿Sabe lo que hizo mi papá?

*-¿Qué hizo?*

-Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos. Recorrió los lugares

que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse. La muerte

no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio. Mi hija me está diciendo:

"Habla de mí", así que le voy a hablar de ella.

*-Su hija, ¿también decidió morir?

-Sí. Hay mucha juventud que no puede realizarse, y nadie quiere vivir sin sentido.

*-¿Qué merece la pena?*

-Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro

y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío.

Debemos entender que somos seres sagrados, que la Tierra es nuestra Madre y

el Sol nuestro Padre. Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban

escrituras de propiedad de la tierra. "¿Cómo voy a ser propietario de la

Madre Tierra?", decían.

*-Aquí la tierra se explota, no se venera.*

-¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos, y somos

tierra, cosmos y gran espíritu. Y cuando hablamos de la madre tierra,

también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.

*-¿Cuál es la misión de la mujer?

-Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de

comportarse con la mujer y con la madre tierra. Debemos ver nuestro cuerpo

como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que

sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de

amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la

sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al

corazón todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo.

*-¿...?

-Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran.

Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando

necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.

*-Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.*

-Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es

lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu

es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar

imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.

*-Mientras no te empaches de ti mismo.*

-Debemos utilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades,

entender. Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los

otros, las plantas, los animales. Si decides vivir todas tus capacidades

para hacer el bien, la vida es deleite.

*-¿Desde cuándo lo sabe?*

-Momentos antes de morir mi hija me dijo: "Mamá, carga tu sagrada pipa,

tienes que compartir tu sabiduría y vas a viajar mucho. No temas, yo te

acompañaré". Yo vi con mucho asombro como ella se incorporaba al cosmos.

Experimenté que la muerte no existe. El horizonte se amplió y las

percepciones perdieron los límites, por eso ahora puedo verla y escucharla,

¿lo cree posible?

*-Sí.

-Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento:

"Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos".

Creo que ese tiempo ha llegado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un blog precioso en su forma y en su contexto. Lo más increible es que parece que lo hubiera hecho yo.. son trozos de mis frases favoritas.. pedazos de mis libros.. Gracias